En mi reciente viaje al estado de Florida, estuve hospedándome unos días en la casa de un muchacho cubano muy macanudo que nos cocino todos los días un súper desayuno diferente, incluyendo las típicos frituras de malanga. Además, luego estuve explorando los mercados locales donde encontré malanga y muchísima variedad de hortalizas y frutas nuevas para mí. ¿Qué es la malanga? Es la raíz de una planta, similar a la papa, muy común en Cuba y Puerto Rico, que crece en el Caribe, parte de Suramérica y en otras regiones tropicales del mundo (también se cultiva en Florida y California). Tiene un sabor parecido a la papa pero con una textura y un toque distintivo único. Una porción de 1/3 taza de malanga cocida tiene 70 calorías, 3 gramos de fibra y 1 gramo de proteína (mientras la papa aporta en la misma cantidad 45 calorías y 1 gramo de fibra y de proteínas). No se puede comer cruda porque el oxalato cálcico que contiene podría ser toxico, pero la cocción lo elimina. Se considera que el almidón es de fácil digestión y por eso es común que se use en las papillas para los bebés en culturas como la cubana. La malanga puede ser preparada en puré, al horno, hervida, salteada o frita como las papas. También se usa harina de malanga para amasados. También tuve la chance de probar la fruta exótica pitaya o fruta del dragón. Originaria de América Central y el norte de Suramérica, y también cultivada en Australia, Sureste asiático y en USA, difícil de encontrar en el mercado Argentino (se la ve en el Barrio Chino de Buenos Aires). Me encanto el color fucsia y su sabor refrescante. Es la fruta de un cactus con una cascara gruesa y una pulpa que puede ser blanca o roja con pequeñas semillas negras (tipo las de kiwi) que aportan pequeñas cantidades de grasas monoinsaturadas y omega 3. La pitaya y otras frutas exóticas se están popularizando en la gastronomía mundial. Especialmente la pitaya se ha estado promocionando como un superalimento, pero al igual que muchas otras frutas esta llena de antioxidantes, fibra, vitamina A y C, potasio. Finalmente, nunca vi una selección de frutas cítricas tan amplia! Bueno, Florida es sinónimo de cítricos. Mis favoritas fueron las mandarinas, especialmente la variedad Pixie (aunque es un hibrido creado en el sur de California). Moderadamente dulce, sin semillas, es una mezcla mandarina-naranja, fácil de pelar. También me encantaron las variedades de mandarinas y naranjas con pulpa roja, violácea (“bloody”), ideales para dar color a una ensalada! Las mandarinas fueron protagonistas de los picnics en la playa. ![]() Siempre que tengas la posibilidad de viajar, no te pierdas de ir a los mercados y ferias locales para familiarizarte con vegetales y frutas que por ahí nunca vistes. Tal vez algún dia las encuentres por tu casa. En una época, por ejemplo cuando yo era chica, frutas como el kiwi y el mango ni los conocía! eran frutas “exóticas” y ahora se encuentran en la mayoría de los mercados a nivel mundial.
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Elegimos para nuestras vacaciones de verano ir a una cálida y soleada playa de Brasil: Maceió, del estado de Alagoas. Con mi esposo y mi hija de 3 años pudimos disfrutar de platos frescos y deliciosos. Además, los brasileros son muy divertidos y muy amables, la pasamos re bien! Miedo a los mosquitos? No, pero si cuidado, siempre con repelente estuvimos bien. Por supuesto, probé cada comida o alimento nuevo que me crucé. Cuando estés pensando en ir a Brasil, no dejes de probar:
2. Tapioca: un preparación muy popular en el noreste de Brasil. De origen indígeno, la tapioca está hecha de harina de mandioca (ó fécula de yuca) que cuando se esparce en una plancha caliente gelifica al cocinarse y se forma algo parecido a un crepe. La masa casi no tiene sabor y es principalmente carbohidratos, siendo baja en proteínas y en sodio y libre de gluten. Después, cada uno elige de una variedad de rellenos, siendo tradicionales el de queso cohalo (típico queso fresco de la zona) o pasta de guava con coco. 3. Bebidas: Agua de coco, guaraná y por que no una caipirinha ocasional: Un día en la playa me dije no puedo irme sin probar el agua de coco. Es el líquido que esta dentro de los cocos jóvenes verdes y que se venden en la playa fríos y refrescantes, después de tomarlo se puede pedir que lo rompan y con cuchara raspar la pulpa del coco. El agua de coco tiene un dejo levemente salado, especialmente si son de cocoteros cercanos al mar. Es una bebida isotónica, buena para la rehidratación por tener sodio, potasio, magnesio. Después tomé alguna lata de gaseosa guaraná, que aunque ahora se vende en los supermercados, es originaria de Brasil. Están hechas de extracto de guaraná (el cual contiene estimulantes similar a la cafeína) y azúcar u otro endulzante. Yo elegí tomar la guaraná zero. Por último, no podía faltar el típico trago brasilero caipirinha, hecho de cachaça (bebida blanca de la caña de azúcar), lima y azúcar. 4. Choclo (milho verde): los brasileros disfrutan mucho del choclo como snack y como una comida callejera. Normalmente se vende en unos carros que tienen unas ollas con agua caliente y lo sirven en una chala limpia y cortada en un semicilindro, con sal y manteca (si uno lo desea). También lo ofrecen desgranado en un pequeño plato. 5. Feijoada: es un guiso de carnes y porotos negros originario de la zona de Río de Janeiro, considerado uno de los platos típicos del país y para muchos, incluso es el plato nacional sin discusión. La feijoada tiene un montón de ingredientes y puede ser un plato alto en calorías. Idealmente preparado a fuego lento en una cazuela de barro, los ingredientes principales son porotos negros, carne de cerdo y vacuno, verduras variadas, todo en un caldo espeso que generalmente se sirve con arroz. Personalmente prefiero, Feijão com arroz es el arroz y frijoles negros sin la adición de la carne.
![]() El fin de semana largo nos fuimos a Mar del Plata, la ciudad feliz. A pesar del fresco, es una ciudad para visitar todo el año, siempre es energizante y renovador ver el mar. Las últimas veces que visité la ciudad me he dado cuenta que la oferta gastronómica es mejor de lo que pensaba y no es solo pescados y mariscos. Se está convirtiendo un destino para los amantes del buen comer. Aquí, lo que un foodie no se puede perder: 1) Frutos del mar. Me encanta el pescado fresco (no así los mariscos) y estando en Mar del Plata no me lo podia perder...el puerto de Mar del Plata tiene un polo gastronómico y centro comercial ubicado en Av. Martinez de Hoz y el comienzo de la calle 12 de Octubre, donde se pueden disfrutar exquisitos platos a base de pescados y mariscos y también comprar conservas y delicatessens. Esta vez comimos en una mesa al aire libre del clásico CHICHILO. Aquí me dieron para degustar buñuelos de alga! (muy similares a los buñuelos de verdura) y comí empanadas de atún mientras que mi esposo disfrutó de una cazuela de calamares. 2) Alfajores. Los mejores alfajores son de Mar del Plata, y para mí son los Havanna. Hasta en el nuevo museo de arte contemporáneo de Mar del Plata se ha hecho un lobo marino gigante recubierto de alfajores. Aunque ya no hay que viajar a Mar del Plata para comerlos (Havanna ahora tiene locales por toda la Argentina y en 9 países). Podés probar otros alfajores del estilo como Boston y Atalaya (y sus imperdibles medialunas). 3) Helado. En Mar del Plata (y en Argentina) tenemos de los mejores helados del mundo gracias a los inmigrantes italianos. Existen múltiples heladerías en la ciudad, pero los mejores son los de Heladería Italia y Lucciano´s. Esta última me llamó la atención por ser una heladería boutique donde además tienen unos helados de palito artesanales hechos con los mejores ingredientes y super vistosos! Para no perdérselo... 4) Vegetales y frutas. Será la cercanía a los huertos, el aire, el agua…no sé pero las verduras y frutas de Mar del Plata son mas ricas que en Bs. As. Especialmente vegetales como el choclo y las papas (bueno, vienen de Balcarce, ciudad cercana conocida por ser productora de papas) y frutas como el kiwi! Sabías que la producción de kiwi en Mar del Plata alcanzó estándares y certificación internacional. El 50% de esta fruta en Argentina se produce en Mar del Plata. Las condiciones de la costa Argentina son ideales para la producción de esta fruta porque tiene características similares a Nueva Zelanda, el productor líder de kiwi. En esta temporada, que va de mediados de abril a mediados de mayo, se cultivaron alrededor de 4500 toneladas de kiwi, la mayoría para satisfacer el mercado interno. En Buenos Aires, los supermercados tienen el kilo de kiwi a $50, mientras que en Mar del Plata me salío $20 el kilo y eran dulcísimos, con un sabroso sabor tropical. 5) Comer afuera. Como decía, la gastronomía en Mar del Plata tiene opciones para todos los gustos. Además de frutos de mar, recomiendo: para carnes La Guapa, para pasta Dei Fiori (aunque es difícil conseguir reserva) y Tiziano y para comida variada Dos 55 (un nuevo restaurant en la zona de Alem, con buen ambiente y excelente comida desde las carnes a las pastas). En todos los casos, conviene hacer reserva telefónica. |
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Junio 2019
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