Ya desde hace un tiempo en muchos centros de EEUU y también de Europa no se utilizan las dietas para neutropenia o de baja carga bacteriana tal como las conocemos en nuestro medio (con las hortalizas y frutas cocidas, por ejemplo), incluso en pacientes con muy bajos neutrofilos. Lo pude experimentar en carne propia hace como 10 años atrás en la Mayo Clinic donde básicamente se manejan recomendaciones de inocuidad de los alimentos como: Food Safety for Transplant Recipients (USDA). No se habla de alimentos permitidos y a evitar, sino más bien de situaciones de alto y bajo riesgo (por ejemplo es de alto riesgo una ensalada en un buffet salad bar y de menor riesgo una ensalada con hortalizas bien lavadas en el hogar). No comprar frutas precortadas, lavar aquellas hortalizas que vienen prelavadas, someter a cocción los fiambres/embutidos, cocinar bien las carnes y huevos son algunas de las recomendaciones. Para esto es importante enseñar a lavar bien las hortalizas y a utilizar termómetros en la cocina, por ejemplo con videos de YouTube. En nuestro país la ANMAT tiene un lindo folleto educativo sobre inocuidad de alimentos, aunque no es específico para personas inmunosuprimidas. En nuestro medio, todavía hay un poco de reticencia al cambio de este paradigma, sobre todo de los servicios de Infectologia. Uno puede pensar también que no todas los hospitales de nuestro país tienen el mismo tipo de controles y estándares que las instituciones de EEUU. Por otro lado, sabemos que importante es para las personas con cáncer consumir una adecuada cantidad de antioxidantes, vitaminas y minerales provenientes de hortalizas y frutas crudas, además de la satisfacción que es para muchos comer una fruta fresca ¿Por qué negárselo? Es un tema que los nutricionistas, oncólogos e infectologos tenemos que acordar junto al paciente para su beneficio. Por ultimo no se pierdan este video donde explica los orígenes de esta restricción (cuando al paciente también se lo bañaba en alcohol y se hacían otras practicas que ya no se usan), y 17 estudios que evidencian la falta de beneficio de estas dietas y su potencial riesgo: Agradezco a mis colegas de la Mayo Clinic, expertas de excelencia, Joan Vruwink y Joy Heimgartner que que nos enviaron informacion adicional.
Me interesan sus comentarios! -Romina Acá algunos de los estudios: Trifilio S, Helenowski I, Giel M, Gobel B, Pi J, Greenberg D, Mehta J. Questioning the role of a neutropenic diet following hematopoetic stem cell transplantation. Biol Blood Marrow Transplant. 2012;18(9):1385-90. Academy of Nutrition and Dietetics Evidence Analysis Library." Oncology Recommendations Summary: Neutropenic Dietary Precautions for Adult Oncology Patients” Academy of Nutrition and Dietetics, Accessed 12 January 2014, http://bit.ly/1swUR0G Fox N, Freifeld AG. The neutropenic diet reviewed: moving toward a safe food handling approach. Oncology (Williston Park). 2012;26(6):572-5. Jubelirer SJ. The benefit of the neutropenic diet: fact or fiction?The Oncologist. 2011;16:704-707.
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Me pasa muy seguido recibir pacientes que evitan la carne de pollo por las hormonas. Y muchas veces esto es recomendado por algún profesional de la salud. De hecho, un estudio realizado por investigadores de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), afirma que el 54,3% de los médicos encuestados consideró que se agregan hormonas para acelerar el crecimiento de los pollos y un 16% de los médicos desaconsejaban su consumo. Sin embargo no hay evidencia científica que sustente esta creencia popular en la actualidad (en realidad en los años 50-60 antes de la avicultura industrial se llegó a usar hormonas, pero no ahora). Éste es un mito tan instalado que el Ministerio de Salud de la Nación desmitifica esta creencia e incluso en mujeres con cáncer de mama recomienda el consumo de carne de pollo dentro de una dieta equilibrada.
¿Qué hacemos como expertos en alimentos y nutrición? ¿Qué sabemos? Según una encuesta realizada a nutricionistas por la el Centro de Información Nutricional de la Carne de Pollo (CINCAP), el 88% de los encuestados recomienda el consumo de carne de pollo 2-3 veces por semana, pero en relación a la presencia de hormonas agregadas, casi 3 de cada 10 encuestados consideraban que el pollo sí tiene hormonas agregadas (28,6%), y una proporción similar indicó no saber (31,0%). Aun así ningún encuestado dijo que no lo recomendaría. El pollo no tiene hormonas porque:
En EEUU las empresas pueden incluir en el rotulo “sin hormonas agregadas” hormone free, pero esto es en realidad una estrategia de marketing engañosa, porque ningún pollo tiene hormonas agregadas. En Argentina, se promocionan pollos orgánicos criados a campo, alimentados con granos y pasto, pero orgánico o no orgánico ninguno tiene hormonas agregadas. Por lo tanto, en mi opinión, podemos seguir recomendando el consumo de pollo por ser una fuente proteica de calidad, magra y muy versátil. Obviamente, respeto a quien elige no comerlo. Uds …que opinan? NOTA: No tengo conflictos de interés para declarar. No he recibido ninguna compensación para este articulo y las opiniones son propias. Mi objetivo es proporcionar información científica general, y no pretende sustituir el consejo de su nutricionista personal. FUENTE:
Esta semana el comunicado de prensa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) causo una revolución en los medios, anunciando que ahora las carnes rojas y carnes procesadas serian consideradas como carcinógenos. Luego de este reporte, en una país carnívoro como Argentina, los nutricionistas tuvimos miles de consultas de los amantes de la carne: debo volverme vegetariano? Cuanta carne se puede comer? Aquí, lo que hay que tener en cuenta:
1. ¿Qué dice el reporte? El comunicado, realizado por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (siglas del inglés, IARC) de la OMS, dice que “se clasifica al consumo de carnes rojas como probablemente carcinógeno para los humanos (Grupo 2A), basado en evidencia limitada de que el consumo de carne roja causa cáncer, especialmente cáncer colorrectal”. Y, “clasifica al consumo de carnes procesadas como carcinógenos para los humanos, basado en evidencia suficiente de que el consumo de estas causa cáncer colorrectal”. Carnes rojas son todas aquellas que son de color rojo previo a la cocción como carne de vaca, ternera, cordero, cerdo, cabra. Las carnes procesadas son todas aquellas que se han alterado por un proceso de salado, curado, fermentado, ahumado. 2. ¿Qué significa carcinógenos Grupo 1 y Grupo 2a? Grupo 1 (carnes procesadas) es el mismo grupo que incluye al tabaco y al alcohol y el Grupo 2a (carnes rojas) es por ejemplo del mismo grupo de carcinógenos que la radiación UV. Mientras esto puede parecer alarmante, es importante recordar que esta clasificación muestra cuan certero está el IARC de que esas carnes son cancerígenas, pero no de cuanto cáncer pueden causar. El reporte dice que cada 50gramos de carnes procesadas que se consume por día el riesgo de cáncer colorrectal aumenta un 18%, mientras el riesgo de padecer cáncer por fumar es mucho mayor (86%). Quedan aún muchas preguntas por responder sobre como la carne roja se relaciona con el desarrollo del cáncer. 3. ¿Cuál es la evidencia? Ya sabíamos que hay una cantidad de evidencia que relaciona al cáncer colorrectal con el consumo de carnes procesadas y carnes rojas. Un meta-análisis de estudios prospectivos del World Cancer Research Fund International (2011, Chan) es uno de los estudios más convincentes que apoyan esta relación. Sin embargo, debemos recordar que riesgo no es lo mismo que causa y que muchos factores del estilo de vida y genéticos determinan el desarrollo del cáncer. 4. El reporte no hace conclusiones sobre el método de cocción más seguro para las carnes. Pero en una sección de Preguntas y Respuestas, el IARC afirma que cocinar a altas temperaturas o con el alimento en contacto directo con la llama o superficie caliente, como asar o saltear, producen más cantidad de sustancias carcinógenas (como los hidrocarbonos aromáticos policíclicos y las aminas aromáticas heterocíclicas) 5. ¿Cuanta carne roja se puede comer? El reporte de la OMS reconoce que la carne roja tiene un valor nutritivo. La carne roja es una fuente importante de hierro, proteínas y vitaminas B, con lo cual el consumo moderado de carne roja forma parte de una dieta saludable. No existe una cantidad exacta recomendable, ya que va a variar de las necesidades nutricionales de cada individuo, pero una ingesta promedio de 70-80 gramos diarios de carnes rojas sería saludable. Es recomendable consumir carnes procesadas solo ocasionalmente. Queda por ver, como este reporte influirá en las recomendaciones dietarias de cada país. 6. ¿Qué dice la Academia de Nutrición y Dietética (ex ADA). Cuando estaba terminando de escribir esta nota, me llegó el comunicado de prensa de la Academy publicado hoy 29 de octubre. La Academy recomienda variar las opciones de proteínas incluyendo carnes magras y limitar el consumo de carnes procesadas. Pero lo más importante es que enfatiza el balance de la ingesta con las necesidades energéticas, más que un alimento en particular, lo que más pesa es el patrón alimentario de acuerdo al Abordaje Total de la Dieta hacia una Alimentación Saludable. La Academy dice: “Cuando se le dá tanto enfásis a un alimento o nutriente en particular, la confusión y controversia, obstaculiza, en lugar de facilitar, la adopción de patrones de alimentación saludable”. Quien tenga dudas sobre como incluir carnes rojas dentro de un plan de alimentación saludable, que consulte a un Licenciado en Nutrición. Romina |
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